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Nevares

COMO SIEMPRE, TAN TEMPRANO.

COMO SIEMPRE, TAN TEMPRANO.

Como siempre, tan temprano,

la hora de la madera.

No alcanzo a desayunar,

cuando me llaman las llamas.

 

Los cantos de los leñadores,

hiel pura, pura albahaca,

aun no se levantan contra el cielo

grisáceo.

El valle: una pintura corrida

en el ojo de Chagall.

 

Pesa dos veces el acero del hacha:

en la conciencia y en la mano.

¡Vamos! que esto no es lo mismo

que trasquilar ovejas o nubes.

Es el goteo de todos los caños malos.

Gotas de puro metal.

 

La oscuridad que se cuela

en la más absoluta de las noches,

y sin la miel de los panales.

El lado fijo contra la borda de la nada.

El cero, sin el adentro del otro infinito.

...Sólo el ¡zas! que corta el cuello.

 

¡Y ni siquiera nos avisan!

Como cuando los ladrones,

por el forado de la noche, descuelgan

el muro completo, sólo por llevarse un cuadro.

...Y adiós, horizonte.

Adiós, luz del mediodía en papel bliblia.

 

Adiós, hasta la médula del barco,

y el recuerdo vivo con sus orillas.

 

 

Autor: Julián Rojas.

Derechos Reservados de Autor bajo responsabilidad del mismo.

 

 

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