CRUCIFICADO A LA MESA DEL PALADAR.

Crucificado a la mesa del paladar
por los ganglios hambrientos de esa tarde
me han disparado de todo
un café en la penumbra de los clavos amargos
luego dos botellones de cerveza fría
dándome en el apetito voraz con todas esas salsas blandas
Veinticinco millones de sensaciones verdes
como si mi esqueleto no tuviera
los dos codos articulados de metal pensante
y cae por la borda una reineta acuartelada en arroz
como un traje de novia
un puré soberano que sobra a las sobras amarillo como el carey
huyendo de sus pernos de aceite
Voy sacando cuenta de las muelas que me quedan
oh laborioso zapatero del barrio
y los calamorros de combate que mandé
a reparar al dentista
porque me mordían los tobillos sus lenguas incaicas
Zafarrancho en la cocina esofágica
por culpa de las plumas de la alegría que a veces se desatan
pájaro inclasificable
cuando te tengo vestida como un carnaval
y ya no importa qué muerdan mis hambres colectivas
que mañana sea martes o júpiter
con tal que sea
me alimenta el júbilo de otro paladar
el café con mesitas entre mis encías
la voladera de las sillas cuando te caes para acá
en plena profundidad de sienes
y salen garras de mis ganglios satisfechos
y hasta camellos se pasean entre las hormigas del barrio
oh laborioso zapatero oh oh oh tierno dentista
Autor: Julián Rojas.
Derechos Reservados de Autor bajo responsabilidad del mismo.
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