AVATAR.

Tinta que gotea del estribo
caballo sudado del amanecer
cuando todas las horas son una
mi corazón una daga
clavada en el pecho
aunque a nadie menos a ti
pedí tal milagro
Me conservo vivo en el clamor de la sangre
porque todavía laten las letras incógnitas del tintero
y se alarga el camino
en mi corazón escucho herraduras de plata
cómo no volveré enfermo
a pesar de que me lo advirtieron
sabia cabalgadura exacta
Habría que encontrarte un nombre
áspero
como blasfemia
los cuatro cascos inválidos del destino
te impacientas por desensillarte
por tu heno
por tu pesebre
por tu balde de agua
feliz tú
en mi apuro no tengo a nadie
Sólo la tarde al acecho
de mi pobre sombra que cabalga
Autor: Julián Rojas.
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