¿ALÓ...,HOUSTON?

¿Aló...,Houston?
¡Bienvenida, hija mía!
¿Sabes por qué estás acá?
Para dar forma al gran coro celestial,
junto a Michael, y a varios otros.
Siempre admiré tu bella voz,
pero nunca tan hermosa como tu alma.
Cantarán para Mí esta primavera,
junto a las golondrinas y gorriones del Cielo,
pero el recuerdo tuyo quedará para siempre en la Tierra.
No tengas miedo.
Ahora, yo seré tu guardaespaldas.
¡Ven! ¡Abrázame!
Soy tu Padre.
Autor: Héctor Cordero Vitaglic.
Derechos reservados de autor, bajo responsabilidad del mismo.
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Juan Carlos C -