COMO UN VIEJO DISCO DE VINILO

Algún día como hoy, me llamarás para el desayuno de las rosas,
cuando beben, temblando bajo el sol, sus primeras gotas desnudas.
A espaldas del gato que escaló la oscuridad
llena de espinas salvajes de la noche.
Me llamarás, y yo estaré con mis zapatillas con clavos,
como un atleta listo para saltar a la pista
donde el corazón arde como un viejo disco de vinilo.
Hemos trabajado a furor estas llamas, alimentándolas
con semanas perfectamente inútiles, donde no se hace nada;
sólo estudiar los compases y afinar las gargantas
en que se adelgazan el canto y el baile.
Todo el mundo trabaja. Yo soy el vagabundo de la emoción
por quien te habla el Caruso, el Elvis de otra primavera.
El silbido del pájaro que se quedó enredado
en las profundidades de la floresta.
El que lía su cigarro, camino al pueblo,
ineludiblemente, fatalmente, a espaldas del progreso.
El que anuncia los nuevos tiempos de las manos vacías.
El que se gastó los ahorros, las economías, mirando escapar las ocasiones.
Cuando todos se apertrechaban en las liquidaciones
o hacían fortuna en los vaivenes de la Bolsa,
yo lié mi morral con lo justo, con lo que me pareció cabal,
y vine a verte, hasta fundirnos en el ardor del estar juntos.
Me salí de todos los casilleros. Mi voz corría libre por los surcos que otros siembran.
Un gato es mi conciencia.
Qué hace, Dios mío, este soñador en el país de las ciencias!
Qué hace este amador a la antigua
en el territorio del agro, donde hasta el más mísero tiene un oficio!
Yo soy sólo el resumidero de los labios heridos
donde resbalan nuestros besos, camino al Abismo.
Autor: Julián Rojas.
Derechos Reservados de Autor.
2 comentarios
doctor vinilo -
www.planetavinilo.blogspot.com
Nelsa -