YA NO QUIERO NI PENSAR.

Ya no quiero ni pensar
y no sé por qué me he levantado hoy tan temprano
dejando atrás los monstruos buenos del sueño,
más dulces que todos los humanos;
olvidándome de la helada corbata, en el closet.
El cocodrilo persigue como siempre a la mariposa
en el frenesí de la madrugada
y esta vez creo que sí la alcanzará...
salpicando el mendrugo de mi pan de mil colores.
No, no debe necesariamente ocurrir así.
Estoy releyendo "Las Crónicas de Narnia",
y pienso que su magia traspasa la pared, y me altera.
El teléfono seguirá mudo.
Y tú atada a tus asuntos legales.
Terminarás teniendo una aventura con el abogado,
y mi próxima novela hablará de aquello.
Pero no te preocupes, me volverán a rechazar los editores
y será un secreto entre los tres.
Yo me pondré bajo el arco, como siempre,
y la desgracia pateará los penales.
Terrible, enfrentarse a la taza de café, tan temprano,
bajo la pálida y amarilla luz de febrero,
cuando uno desconfía hasta de su propia sed,
y ya no cree en nada. Menos en abogados.
Y el gusano que se arrastra por la pared, puede ser cualquier cosa,
hasta el abuelo de uno, menos un gusano.
O puedes ser tú, vestida de mariposa,
que vienes a visitar al huérfano escritor, como cada viernes,
como magnífica almirante,
...siendo que hoy es lunes.
¿O será el muy simpático Rípichip, el jefe de los Ratones que Hablan,
dispuesto a sacrificarse conmigo
en un acto de gloria?
Rípichip, que desdeña como yo la rutina de las abejas,
el flojo filo de los sables inútiles
y los carámbanos de hielo de la Luna, por demasiado lejos.
Ah, ya no quiero pensar en nada!
Y bajo las sombras del plenilunio,
escribo estas notas sin esperanza alguna, mientras fumo.
Fumo todo el veneno del presente y del futuro.
El aire es deliciosamente vicioso, mortal y oscuro,
como cuando tú no vienes a verme,
o como la bodega profunda y lóbrega de un barco.
Autor: Julián Rojas.
Derechos Reservados bajo responsabilidad del mismo.
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