EN LA ORBITA DE MIS DEDOS ACUCIANTES

No tengo todavía
esa casa que ponerme en el alma
y el silencio silba
y da frío y da sombras de miedo,
sogas de aumentativas torturas.
No tengo ese pan
que al posar se fotografíe
como un ente tranquilo lleno de niño
y debo descubrir su temblor
de inquietante mina.
No tengo ese sorbo de agua
que desciende desde el torrente mismo de la paz
y que amarga
en cruz de calavera silente mis tibios momentos.
No tengo, finalmente, ese papel
de sol o de aluminio para alumbrar
la huidiza conciencia del lector
o de mi público oyente,
y escribo, como el esclavo escribe, exánime
sobre el lomo de la serpiente que se escapa
lejos, tan lejos
de mi deseo preciso y de mi novia...,
sintiendo
que mis dedos no son más que un aleteo
desesperado de pájaro
que rehuye la oscuridad...,
yo,
que tanto amo la curvatura astronómica del cielo,
el destello inmenso, acuciante de su enigma.
Autor: Julián Rojas.
Derechos Reservados de Autor
bajo responsabilidad del mismo.
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