DOS PRISIONEROS.

Tanto el preso de la idea como el del número
ignoran cuánto sol acarrean en su molino de ilusión por delante.
¡Qué me dices, Sancho!
La tarde es el cuadrado de una celda que nos vuelve locos,
el nombre de cada cual, un remiendo de tela que no justifica nada,
y el tiempo, algo que todos quisiéramos evadir.
De hoy mismo es esta orden del oído que me indigesta,
mar anclado del espejo en medio del patio esmerilado y solo,
donde me paseo inutilmente sin dar conmigo mismo
y sin poder huir de tus ojos.
Un día llegará, enteramente negro,
cuando el cuervo no pueda ya con su pico, con sus alas,
y goteando su lenta leyenda de oculto trigo
permita
que al fin se alinien los números contra la pared
alcanzando las ideas libertarias,
y la vida se dé un abrazo con la muerte,
como lo son en verdad,
como dos hermanas en ayuno.
Qué falta hace que haya prisioneros,
si rodamos juntos de escalón en escalón,
si vamos lanzados en esta piedra sin retorno por el cosmos...
Pero,
por favor,
no manches con tu sombra mis plumas.
Autor: Julián Rojas.
Derechos Reservados de Autor bajo responsabilidad del mismo.
2 comentarios
César Catalán -
Inspirador poema, chao Julián,,,
Rigo -